La ideología romana a principios de época imperial según la obra de Estrabón: La visión sobre los pueblos hispanos, salvajismo y barbarie.
“Para los senadores y magistrados romanos los bárbaros son los pueblos exteriores al territorio romano, con los que Roma va entrando en contacto en su progresiva expansión en el Mediterráneo occidental y oriental, y que son por naturaleza los enemigos de Roma. Estos pueblos tenían un derecho público y privado diferente del derecho romano, que era considerado a toda luz superior al de estas gentes bárbaras. En época republicana, erigiéndose Roma como defensora del mundo griego frente a estos pueblos incivilizados, el bárbaro es aquél que habita fuera del territorio de las ciudades, de las que son enemigos potenciales” (Gallego, 1997:55)
Para Estrabón, el modo de vida perfecto se encuentra en el modo griego, o en su defecto, en el modo de vida romano fruto de la nueva política augustea. Siendo todos aquellos pueblos ajenos a esta forma de vida denominados bárbaros. Esto lo hereda el autor de una diferenciación ya existente con anterioridad en el mundo griego, la dicotomía entre phýsis y nómos, lo que dio lugar a la división entre hombres bárbaros y hombres civilizados. Siendo los segundos aquellos verdaderamente capaces para acometer las grandes empresas intelectuales, políticas y artísticas. Son varios los puntos que Estrabón analiza de los distintos pueblos para determinar o no su barbarie, dentro de estos estarían: la agricultura, la alimentación, las creencias, los sacrificios, la higiene, las leyes que rigen esas sociedades o los matrimonios dentro de estas. Muchos de estos sirven para justificar el mundo greco-romano como civilizado y civilizador.. Las citas a continuación corresponden a los libros III y IV de la Geografía de Estrabón.
“Además de estas insólitos costumbres se han visto y se han contado muchas otras cosas… sino también a una crueldad y falta de cordura bestiales”
“Los autores cuentan que los jóvenes en su marcha al extranjero siguieron a un animal divino que les condujo a nuevos asentamientos, y que adoptaron el nombre de este animal, como si fuesen los cachorros o los pollos de este”
“Son salvajes los que viven en aldeas, y en como ellos la mayoría de los pueblos iberos…”
La organización política poco cohesionada, frente a la unión imperial, junto a un notable individualismo y una más que extendida practica del pillaje, son aspectos definitorios vistos por Estrabón en los iberos. “Los pueblos bárbaros, podría pensarse que la cause fue el haber estado éstos divididos en pequeñas tribus y reinos que, por orgullo, no se mezclaban entre sí, por lo cual eran débiles contra los que atacaban desde fuera.”
“Este orgullo alcanzó su máxima expresión entre los iberos, a lo que se añadía su trapacería innata y su falta de sencillez.”
El fenómeno del bandolerismo parece preocupar especialmente al autor, el cual hace referencia a este tipo de práctica en numerosas ocasiones relacionándolo con un modo de vida primitivo y salvaje, es decir, está según el en la propia naturaleza de estas gentes. Esto definirá desde el sistema organizativo de los iberos hasta su armamento y atuendo de batalla, pasando por sus distintas estrategias de combate. “Pues, a pesar de ser prontos en el ataque y bandidos por su género de vida, no se atrevían sino a pequeñas empresas, no acometiendo las importantes…”
“Porque, si hubieran querido unir sus armas, no les habría sido posible a los cartagineses atacar y someter impunemente a la mayor parte de ellos, ni aún antes los tirios, luego a los celtas…”
“Los iberos eran, por decirlo así, todos peltastas y de armamento ligero debido a su vida de bandidaje…”
“No es exclusivo de los iberos de ir de dos en dos a caballo y que en batallas uno de ellos luche a pie”
Dice Adolfo J. Domínguez que: “Con relación a esto creo, particularmente, que no hay «pueblos guerreros» por naturaleza (en contra de lo que parece implicar III, 3, 8), sino que cuando hay algún pueblo «guerrero», es decir, una de cuyas actividades habituales es el ejercicio de la violencia, esto se debe a un motivo determinado (o a una sucesión de ellos)”
Es decir, estas prácticas de bandolerismo existen por necesidad, y no están adscritas a la condición propia de los pueblos hispanos. Estos harían uso de estos métodos en época de necesidad, siendo algo común entre distintos territorios en tiempos difíciles. Por tanto queda demostrado con este estudio que en este sentido lo que Estrabón narra dicta un poco de la realidad.
“Porque ni la naturaleza del país puede admitir muchas ciudades por su escasez de recursos ni por su aislamiento y primitivismo, ni su modo de vida ni sus acciones…”
“…Por la negligencia de sus gentes y por no vivir según un ritmo ordenado sino más bien según una necesidad y un impulso salvajes, con costumbres envilecidas…”
“A no ser que se piense que viven ordenadamente los que se lavan y se limpian los dientes, tanto ellos como sus mujeres, con orines envejecidos en cisternas… esto y el dormir en el suelo es común a iberos y celtas.”
Las mujeres dentro de la obra de Estrabón también juegan un importante papel, no solo en el libro III si no también en el VII referido a la Germania. Son pocas las fuentes clásicas que hablan sobre el papel de las mujeres en las sociedades prerromanas pero encontramos en La Geografía como a estas también se les trata de salvajes. Sin librarse de esta.
denominación por parte del pensamiento romano, a las cuales además de describirlas de igual modo que a los hombres se las relaciona siempre con un papel ancestral de cuidado de su sociedad.
“También podría considerarse de índole bárbara el tocado de algunas mujeres….”
“Otras se rapan tanto la parte delantera del cráneo que brilla más que la frente.”
Mientras que los hombres dedicaban más tiempo a la guerra y el pillaje, las mujeres iberas trabajaban la tierra, labor que junto a la minería y a la agricultura, abastecían en gran medida a las familias dando tremenda importancia al factor económico de la mujer en la vida de estos pueblos.
“Estos rasgos son comunes también a las tribus célticas, tracias y escitas, y es común también la valentía de sus hombres y mujeres; pues éstas trabajan la tierra, y cuando dan a luz sirven a sus maridos acostándolos a ellos en vez de acostarse ellas mismas en sus lechos.”
En la mayoría de los casos cuando se refiere a las mujeres destaca dos aspectos principales ya citados: a) La naturaleza de las mismas, sustancialmente salvaje; b) Su papel dentro de la sociedad intensamente marcado por su maternidad. “…Que había contratado hombres junto con mujeres para cavar una fosa, que, al llegarle los dolores, una de las mujeres se apartó no lejos del trabajo y regresó inmediatamente al mismo, después de dar a luz, para no perder su salario.”
“… y ella, llevando al niño a una fuente, y lo lavó y lo envolvió en lo que tenía y lo llevó sano y salvo a su casa.”
También se pone de manifiesto en algunos casos una sociedad en la que en ocasiones la mujer se sitúa por encima del varón en ciertos aspectos. Esto llamó la atención en gran medida de Estrabón y del mundo romano en general, definiendo estos pueblos de algún.
modo como culturas matriarcales, lo que era visto por los romanos como otra muestra más de barbarie. “Cosas como ésta podrían, pues, servir como ejemplos a cierta rudeza en las costumbres; pero otras, quizá poco civilizadas, no son sin embargo salvajes, como el hecho de que entre los cántabros los maridos entreguen dotes a sus mujeres.”
“Que sean las hijas las que queden como heredas y que los hermanos sean entregados por ellas a sus esposas; porque poseen una especie de ginecocracia, y esto no es del todo civilizado.”
Más allá de los iberos, Estrabón también hace referencia a la condición de los habitantes de otras zonas, como por ejemplo podemos observar en el capítulo que dedica a las islas. En este caso destaca la piratería como elemento despectivo, y de igual modo, la lucha heroica contra la misma. “Pero en una ocasión en que unos cuantos malhechores hicieron causa común con los piratas del mar, cobraron mala fama todos y tuvo que hacer una expedición naval contra ellos Metelo…”
El juicio negativo hacia los pueblos del Norte y el interior se debe en gran medida a la escasa comunicación que estos tuvieron con los romanos. No obstante, cuando algunos de estos se convirtieron en aliados de Roma para combatir contra otros pueblos hispanos, obtuvieron una mayor consideración. Como ocurrió en las acciones militares de César Augusto o Tiberio.
Del mismo modo que ocurría con el territorio turdetano en cuando a las riquezas del mismo, o del buen trato a las ciudades griegas y fenicias, son en términos de guerra respetados en la obra aquellos pueblos que demostraron especial resistencia. Parece que Estrabón, a pesar de su visión ya demostrada, reconoce la valentía de aquellos que dieron más de un quebradero de cabeza a Roma. En este sentido he decidido destacar las palabras sobre los numantinos.
“Su ciudad más renombrada es Numancia. Demostraron su valor en la guerra de los celtíberos contra los romanos, que duró veinte años, pues fueron destruidos muchos ejércitos con sus generales, y los numantinos, cercados, se mantuvieron firmes hasta el final…”
Referencias:
BALLESTEROS GONZÁLEZ, IVÁN. El estereotipo del bárbaro y la imagen de la civilización en el occidente romano en la Geografía de Estrabón. Espacio, Tiempo y Forma Serie II, Historia Antigua, Nº 22, 2009
DOMINGUEZ MONEDERO, ADOLFO J. Reflexiones acerca de la sociedad hispana reflejada en la “Geografía” de Estrabón. Lucentum. Nº 3. Universidad Autónoma de Madrid. 1984
Estrabón. Geografía. Libros III-IV. Editorial Gredos. 1992
GALLEGO FRANCO, HENAR. La imagen de la “mujer bárbara” a propósito de Estrabón, Tácito y Germania. Universidad de Valladolid. Departamento de Historia Antigua Plaza de la Universidad. 47002 Valladolid. Spain. 1997
PLÁCIDO SUÁREZ, DOMINGO. Estrabon III: el territorio hispano, la geografía griega y el imperialismo romano. Habis. Nº 18-19. 1987-1988
UNTERMANN JÜRGEN. Célticos y Túrdulos. En Paleohispanica, revista sobre lenguas y culturas de la Hispania antigua. Num 4. Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. 2004
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